Cuando un hombre vigoroso se encuentra cerca de una mujer, su miembro se infla, se pone rígido y duro; es lento para la eyaculación y, pasada la conmoción del supremo placer, esta pronto a la erección, otra y más veces.
Un hombre así, es apreciado por las mujeres porque las mujeres no aman al hombre más que por el coito; es necesario, pues, que su miembro sea rico en dimensiones, que sea grueso para el goce; que el hombre sea dueño de su eyaculación y pronto a entrar en erección; que penetre hasta el fondo del canal de la mujer, llenándola completamente y adhiriéndose en todas sus partes. Tal hombre será bien amado de las mujeres, porque el poeta lo ha dicho:
"yo he visto a mujeres buscar en el adolescente -las cualidades deseables que distinguen al hombre ya hecho.- La belleza, la fortuna, la abnegación, la fuerza.- Un miembro de grandes dimensiones que permita un coito prolongado,- una grupa fuerte, una eyaculación retardada,- un pecho ligero que parezca nadar sobre el de ellas,-una emisión lenta a producirse, de modo que cada vez- el goce se prolongue indefinidamente; - que enseguida su miembro vuelva a estar recio - y que planee* así muchas veces sobre su vulva.- Tal es el hombre cuyo coito hace la felicidad de las mujeres- y que goza después de la estimación de las mismas"
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